martes, 21 de abril de 2009

Literatura y el Alcohol

A lo largo de la historia de la humanidad, muchos autores literarios han tenido una relación estrecha, y otras veces una clara adicción, con el alcohol que les ha marcado tanto su vida como su obra artística.

Los orígenes
Algunos autores han hecho del alcoholismo una forma de vida artística e incluso materia literaria. Muchos autores han retratado las alegrías y miserias de su relación con los licores, unas veces con lirismo y otras con cruda y sórdida objetividad. La literatura aparece unida al alcohol desde sus orígenes. Las bebidas alcohólicas son ya citadas por Homero y en la Biblia.

Siglos XVI y XVII
El vino fue inseparable del dramaturgo Lope de Vega. También del poeta Francisco de Quevedo y del siglo de oro español en general. En la saga de El Capitán Alatriste, Arturo Pérez-Reverte rinde homenaje a Lope de Vega mostrándolo como espadachín, borracho y mujeriego en un ambiente de sucios mesones donde fluye el vino.

Siglo XIX
La unión más fértil entre alcohol y literatura se da en el siglo XIX, en autores como Baudelaire, Swinburne, Verlaine, Thomas de Quincey Dostoyevski, etcétera, quienes veían en el alcohol -y en las drogas- una manera de expandir el horizonte creativo del artista, liberando los límites de la razón y dándole una libertad creativa nueva. Para algunos autores, la creatividad emanaba libre cuando las limitaciones que lastraban la vida diaria eran eliminadas por el efecto del alcohol, abriendo a otras percepciones espirituales y creadoras.


http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_y_alcohol


Quien esté libre de pecado, que lanze la primera piedra ...

Más que unos simples títulos

Comenzaré contando una breve historia.
Cierto día conecté mi reproductor de música en los computadores
de mi Universidad, llegué a mi casa curiosamente llena de virus de computador, un tal troyano
el caso es que eso virus mezclaron los títulos y crearon esto que llamo

Más que unos simples títulos


En algún lugar encontraré
Un millón de amigos

Lentamente
Cómo hemos cambiado

Mira niñita
Enamorada
Simplemente amigos
Nadie lo sabrá
Aprovéchalo
Nada es para siempre
¿Te molesta mi amor?
Déjalo


Dejaré de tomar
Mentira
Pásame la botella
Toy con caña
Oops lo hice de nuevo

Sólo le pido a Dios
Cosas buenas
Quiero hacerte feliz
No me hables de sufrir

Esperare
tu boca
Tu cama
Tu juego
La luna

Contigo aprendí
El derecho de vivir en paz
Sólo le pido a Dios
Qué vivan los estudiantes

Track 1
Me cuesta tanto olvidarte
Pista 4
Qué hacen aquí

El muchacho de los ojos tristes
Un año de amor
Dulce condena
Ya nada queda

Pinocho Pinochet
Un montón de nada

Cuando respiro en tu boca
Clavado en un bar
Me haces tanto bien
Amores de barra


Te doy una canción
Compañero presidente
Yo no te pido
Versos sencillos


Despídete con un beso
Nos volveremos a ver
Buena suerte y hasta luego

Suena la Sirena

Suena la sirena
suena la alarma
para que todos los talquinos
nos enteremos
que hay fuego

Hay fuego alrrededor
hay fuego
y sigue sonando la sirena
alma bonachona
corren en auxilio de esa otras almas tristes
que ven perdido
el esfuerzo de su vida

Ven arder
ven el fuego
ven hecha cenizas sus sueños

Como en este cenicero
donde repozan tibia
las cenizas
de tantos cigarros fumado
con el dinero de mi noble padre

Suena la sirena
suena fuerte
suena una y otra vez
como para avisarnos
como para avisarnos a todos
la desgracia de otros

Sigue sonando y suena aún más fuerte

Alguien sufre un niño llora
por su madre hecha cenizas
una niña llora
un viejo llora
TODOS LLORAMOS
porque todos somos eso

Somos cenizas del fuego
de nuestros padres

A nadie le importa lo que pienso

A nadie le importa lo que pienso
porque esos matices
están teñidos muchas veces
de un grisáceo poco conocido para
este mundo que a menudo es tan convencional

Nadie sabe lo que pienso
y a nadie le importa
tampoco
Pienso lo que pienso
pero pienso cosas que quizás nadie más piense
cosas que carecen de sentido
Cosas que tal vez
sólo sean luces de la mente mía
de esta mente confundida que busca
respuestas en las estrellas imaginarias
de su propia conciencia, de su propio yo
Perdida, pensante me desplazo
por las calles

A veces pienso, por qué pienso lo que pienso
y por qué lo pienso y por qué a nadie más piensa lo que pienso
Y en ese pensar voy pensando
que a nadie le interesa lo que estoy pensando
y, ¿Por qué me importa que a nadie le importe lo que pienso?
Así voy pensando y confundiendo a la razón

(propio)