viernes, 8 de mayo de 2009

La pasión se apodera
de lo que escribo.

Afuera los tormentos del invierno
se lleva mis días felices
como las velas de un barco
como esta, mi vida destruida
por el tormento de los días
que fueron mas no volveran

Afuera una pequeña luz
aparece del infinito afuera
se ve una pequeña esperanza
para este cuerpo cansado
de la lucha
del los quebrantos
de este pobre cuerpo mio
que no descanza
que desea, que se aisla en las tardes
frías donde nadie llega donde todos tiene algo mejor que hacer...

De las tardes, la agonía
la mezquindad del mundo exterior

Todo se acumula
Todo se cansa
Toda la rabia
Todo el deseo
Toda la frustración
Toda la lujuria

Perdida en la soledad de la tarde
Donde ni el sol me acompaña
En estas tardes que parecen no acabar

donde sólo un buen picaflores es mi compañero
por unos alegres momentos
para volver a este vacío
sin fin que llamo mi vida.